El Valor de Nuestra Ofrenda

Elihu Carranza, Jr., MFA

Éxodo 35:4. Esto es lo que Jehová ha mandado, diciendo: 5. Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová. 
2 Samuel 24:23a. Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo comprare; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos por nada.

Los redimidos por la sangre y el sacrificio de nuestro bendito Salvador, Cristo Jesús tienen en el transcurso de su vida la posibilidad y el libre albedrio de realizar una obra maestra. Lo que salga de nuestra caza y de nuestras manos quedara expuesto en el museo de la civilización como la mejor prueba de utilidad.

La vida de cada uno de nosotros los cristianos no es tan solo una exposición ante el mundo que nos ve, ni un tributo pagado a la cultura universal, sino que también debe considerarse como la cuenta que a Dios rendimos del talento que nos dio. En nuestras manos está la opinión que el mundo ha de formarse do lo mucho o poco que amamos la causa de nuestro Cristo.

Decía Lincoln: "No estoy obligado a lograr todo cuanto intente; pero si lo estoy a ser hombre fiel y verídico, lo mejor que pueda y sepa."

Nuestra labor demanda una completa determinación, dedicación definida y perseverancia indefinida hasta que el Señor nos conceda a nosotros o a otros que él escoja para la realización de su habitación.

Necesitamos demostrar la verdadera apreciación en lo que ofrecemos a nuestro Dios.

I. Un cristiano con bastante gratitud en su corazón para con su Salvador, jamás contempla la fe que no cuesta nada. Un niño que comprende, prefiere un nicle que un centavo. Sin embargo, hay personas que conocen el precio de todo; pero no el valor der artículo. Aquí entra en juego el egoísmo. La experiencia humana nos enseña que el egoísmo es la raíz que pervierte más la vida mortal, y es la principal causa de fricción en la asociación personal o colectiva.

II. Oigamos solemnemente lo que el Señor ha mandado:

A. 5. Tomad de entre vosotros ofrenda para Jehová: todo liberal de corazón la traerá a Jehová.

B. 20. Y salió toda la congregación de los hijos de Israel de delante de Moisés.

C. 21. Y vino todo varón a quien su corazón estimulo, y todo aquel a quien su espíritu le dio voluntad, y trajeron ofrenda a Jehová para la obra del tabernáculo de testimonio.

D. 22. Y vinieron así hombres como mujeres, todo voluntario de corazón.

E. 25. Además, todas las mujeres sabias de corazón hilaban de sus manos, y traían lo que habían hilado.

F. 29. De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que Jehová había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria a Jehová.

¿Cuantos habrá en esta dia, de corazón voluntario para emprender esta magna obra de la construcción de un templo nuevo en un lugar más propio, de mejores posibilidades para el adelanto de Reino de nuestro Salvador?

Amen.
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